Enseñaré a cantar al viento
la Rondalla de Saltillo

“Seré aliento que entre en tu alma, y cada momento lo haré eterno,
para poder decir, te amo, y en la suavidad de toda tu esencia, en
todo tu éter, exhalaré un beso, pleno de castor embeleso, y el viento
y yo seremos armonía que endulce tierna melodía, te dirá te quiero”.
Como tú no has querido,
contestar mis llamadas,
y todas mis angustias,
han quedado, olvidadas.
Buscaré la montaña,
que no ha pisado el hombre,
conquistaré su cumbre,
y gritaré tu nombre.
Y el viento que es mi amigo,
y que puede volar, (puede volar)
entrará en tu aposento,
sin siquiera llamar, (siquiera llamar).
Se meterá en tu pelo,
envolverá tu cuerpo,
y aunque tú no lo quieras,
me tendrás que escuchar,
porque el viento es mi aliado,
y aprenderá a cantar, y aprenderá a cantar.
“Todo el viento llevará mi alma, que en el perfume de tu ser,
entonará mi canto, diciéndote siempre, siempre: amor”.