Cuando el tiempo no existe
La Rana

Un destello fugaz un refelejo de luz, un chisquido de sol, que asomo sin querer,
mientras se dibujaba, sin angustias ni prisas, la mas sencilla expresión de su ser.
Una no muy prolongada sonrisa de sus humedecidos labios creaban
el momento que éstos no me tocaban,
sentí que abrazaron mi ilusión.
Una ilusión que matar no he podido quizá porque yo no he querido
y mucho de esto me he preguntado, si te olvido a quien recordar,
cuando canto, cuando sueño, cuando convierto un instante en eterno,
tantos cuantos, tantas noches, tanta fé derramada en reproches,
tanto día y yo soñando, de nuevo perdido en tu caraaa...
Estas y estoy aquí y no he dicho una sóla palabra,
intento aprenderme tu cara, con sombras y luces, con tu mirada de mil promesas
que a su vez refleja la ausencia, de los días que no estarás,
aquí conmigo, compartiendo el día y su sola noche
contando las estrellas que son los poemas y partituras de un himno,
silencio y sin trin, pero que cuentan que es el destino tan incierto,
como es la persona ideal.
No existe la persona ideal pero si el amor que día a día crece y se hace eterno,
como este instante que vez aquí
y te estoy viendo ese chisquido de sol que se asoma de tus labios mientras lloras... intentas sonreir.
Una ilusión que matar no he podido quizá porque yo no he querido
y mucho de esto me he preguntado, si te olvido a quien recordar,
cuando canto, cuando sueño, cuando convierto un instante en eterno,
tantos cuantos, tantas noches, tanta fé derramada en reproches,
tanto día y yo soñando, de nuevo perdido en tu caraaa...