LAm Eramos novios y tú propusiste lo del altar REm asegurabas que nada iba a cambiar MI y así juramos en la salud y enfermedad LAm hasta que todo, todo se empezó a derrumbar. De tus amigos yo nunca quise desconfiar REm de tus salidas nocturnas, hiciste algo normal MI sí, te cambiaste y en un restaurante LAm MI te ví de la mano con tu jefe tan seductor. LAm Mala, vendiste tu alma REm