Juana y Mateo
Sebastian Monk

Las paredes son tremendos pizarrones
Donde siempre hay para dibujar
y las camas destendidas y maltrechas
Todos saben fueron hechas
Pa saltar.
El domingo a las 6 de la mañana
Es la hora de salir a conduci’
Se circula con las bici en el pasillo
En bombacha y calzoncillos
Vamo todos, Vamo ahí
Como fue andar y no patear juguetes
Como fue venir sin barro del balcón
Alguien que me cuente como era
dormir la noche entera
de un tirón
La cocina es un castillo de muñecas
Que conversan porque van a ir a bailar
Con pegotes de puré y de milanesa
Peren que nuestra princesa
Va a almorzar.
En la ducha hay un puerto que es de guerra
Donde anclan submarinos de altamar
Los soldados se preparan a batirse
Cuando es la hora de irse
Hubo un tiempo sin paradas en el kiosco
Sin los dibu siempre en el televisor
Sin chichones, ni cabezas agujeradas
Sin salir de disparada
Al doctor
Se quejan en las llamadas
del sur de Montevideo
que paren con la jarana
que acaben con el jaleo
de día Juana y Mateo
de noche, Mateo y Juana
de noche Mateo y Juana
de día Juana y Mateo
El estadio Centenario es en el living
Con un arco que es la puerta que da al hall
Vea usted como festejan los campeones
Rebotando en los sillones
Cuando hay gol.
Ya bien tarde abre la peluquería
Que es conmigo recostado en el sofá
Cuando el resto de los niños ya se acuestan
falta hacer de la maestra
y la mamá
Uy qué lejos esos días sin preguntas
sin berrinches, sin comprame, sin porqués
cierto que antes cuando yo leía
no había nadie que pedía:
otra vez
Pobre yo que revés
que una vez me creí
que lo bueno era eso que pasaba
antes que ustedes llegaran.
Ay de mí.
Más y más, dealé
Metalé, grítelo
lo de antes no era vida, fue un esbozo
Lo de ahora es esto hermoso
Que no ni no
Vamo’ che, dále bo’
Que de yo para mí
Rájele a vivir solo y sin cosquillas
Viva esta maravilla
No que sí
Ya se va, ya se fue,
Mire ud, vea señor
Que de todas las posibles que ud elija
una vida con botija
es la mejor.