La musa y el espíritu
Saurom

Desde la infancia
devoción de amor emanaba
Almas unidas
que la enfermedad separaba
dos vidas mermadas en soledad
se aman, se miman sin poderse rozar
Breves recuerdos
afloran los tiernos momentos
y en tus sueños
hablas con él sobre un rencuentro
no temas, no llores, me encuentro bien
mi vida, tranquila, Cada noche yo vedré
mientras recorro los ríos, los valles,
los cielos, las nubes y los siete mares
seguiré por ti esperando
mi vida no llores que te estoy mirando
hago castillos de arena e la luna
dibujo sonrisas en nuestra amargura
relatos de mis suspiros
que en la vieja noche compartiré contigo
a las estrellas
les comento como es el sol
al sol le cuento
la grandeza de nuestro amor
espero viejita que seas feliz
no hay prisa, más tarde, nos hallaremos al fin
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