Zamba hacia mi ocaso
Presagio

Tuve entre mis brazos esa flor,
esos labios de miel,
Esa sonrisa libre y fresca,
Y llego la noche a mi alma otra vez,
a entregarme a las estrellas.
Me invade el silencio
Y se transforma en tortura tu voz,
Que resuena en mi cabeza,
Cae el sol y me vuelvo atardecer,
Y me invita y me lleva.
Estoy más cerca de nada
Y tan lejos de todo, Que será
Estas cuerdas saben de mi pasión,
De mi amor, dolor y soledad.
Tratare en el tiempo
De encontrar, la calma y claridad,
Porque hoy los recuerdos disparan,
Me acribillan sin tener compasión,
Y mi canto se desangra.
Luna que he nombrado tantas veces
Cúrame esta voz,
con tu halo transparente,
Préstame tu manto para aliviar,
Y tapar así este llanto.