Despeinada
Mamá

Despeinada, el viento le voló el sentimiento,
desatada, aquella noche tuvo sus momentos.
Y solo quiere destapar el maquillaje
y borrar todas las huellas que conserva en los ojos.
Un carajillo muy cargado, una aspirina, un sitio limpio
para su cuerpo agotado, sin cuidados.
Despeinada, como en esa canción de los cincuenta,
arrebatada, intenta camelar otro taxista.
Perdió la llave de la casa de la amiga
que invitó a su triste novio que la trajo a Madrid.
Salió de fiesta y con las copas, con el frío olvidó que las promesas
nunca acaban sobre el hombro de algún hombre
sobran hombres, faltan hombros...
despeinada.
Despeinada, en sus tacones guarda sus problemas
toma un sorbo, tengo una cama pero no te estorbo.
Que la farmacia de mi barrio está de guardia
y venden cosas para estar un poco más preciosa,
aunque preciosa, despeinada, desatada, arrebatada y agotada
llega nuestro desencuentro, tu descansa
que ya amanece, tu descansa
que ya amanece, tu descansa...
despeinada,
despeinada,
despeinada,
despeinada,
como en esa canción de los cincuenta.