Un Crujir
Iconauta

Llévame tan lejos
que no pueda ver
la soledad aferrada
a esas montañas.
Busca en mí
la clave para envejecer
y apágame
los sensores de nostalgia.
Y así
de pronto el frío no me mate,
porque en mí
se escucha ese crujir
cuando muevo los brazos
como una percusión a mis fracasos,
y así me cueste distinguir
lo que llevará al fin
sé cómo ser feliz contigo aquí,
y el tiempo no es que me derrita
es que me desprende de mí
y quema al mirar como no queda nada detrás.
De nada sirve susurrar si al escuchar se oyen ecos
reflejos del miedo que me usa como alquitrán.
Sólo en mi soñar se abren tus ojos
toda miel es amarga en su brillar,
detén mi afán
de producir tu sonrisa
y de sentir esta brisa los dos.
Dónde estará mi paz
detrás del mar,
de pronto en la penumbra
está la tuya.
Dónde estará mi paz
detrás del mar,
de pronto en la penumbra
está la tuya.