Em C G D Son las nueve, yo creí que eran las tres, Em C G D todavía, no pude comer, dejar de temblar no era un juego era fuego, y habrá que pagar la cuenta del incendio. Pero aquellas maratones, sin parar de escupir canciones, fueron buena pesca, y tal vez el dolor desaparezca. Y algún día podamos repetir lo peligroso, del arma cargada de polvo, que en la mano, de un artesano de canciones puede merecer la pena C G si el veneno no envenena, C D