La nieta del navegante
Miguel Inzunza

Una emoción delirante desembarcó en mi soledad
Yo no esperaba del mar una dulzura tan grande
Fue clandestina y amante la nieta del navegante
Se deslizó por mis sueños preñó mis versos en el papel
Borró de golpe los besos y otras historias sobre mi piel
Y fue un desnudo secreto, un faro, un puerto donde volver
Y me miró con la boca y me mordió con los ojos
Y para entrar en su vida forcé los cerrojos
La nieta del navegante no había llegado para quedarse
Era quizás la tormenta que precisaba para embarcarme
Una estocada con arte. Un adictivo desastre
La nieta del navegante desembarcó sobre mis heridas
Ancló sus besos errantes y su nostalgia junto a la mía
Y yo di un paso al vacío. Porque es muy corta la vida
Pesqué paciente su encuentro milagro adentro perfume y sal
Nos vimos siempre que el viento fuera promesa de naufragar
Aún la sueño despierto varado en esta ciudad
Y me miró con la boca y me mordió con los ojos
Y para entrar en su vida forcé los cerrojos
Y me miró con la boca y me mordió con los ojos
Y para entrar en su vida forcé los cerrojos
La nieta del navegante no había llegado para quedarse
Era quizás la tormenta que precisaba para embarcarme
Una estocada con arte. Un adictivo desastre
La nieta del navegante desembarcó sobre mis heridas
Ancló sus besos errantes y su nostalgia junto a la mía
Y yo di un paso al vacío. Porque es muy corta la vida
La nieta del navegante no había llegado para quedarse
Una estocada con arteUn adictivo desastre
La nieta del navegante no había llegado para quedarse
La que con tinta indeleble grabé su nombre en el aire