Rumbo al Rosedal
Javier Maldonado

Vi las noches encendidas
en la tierra de la piedra que va,
vi los peces del acuario rumbo al Rosedal,
todo el vendaval fugándose, fugándose.
Casi todo el día que besamos al besar
te estalla, te oxida, te da vida, te da vida nueva.
La gente muy bien en nuestro hogar, en nuestro hogar.
Fue la libertad lo que nos quiso delirar.
Hermano mío ¿a dónde fue el vacío que te hizo aterrizar?
¿Y tu piel? Tu piel es mi tierra, es mi ciudad.
Y hoy vuelvo, hoy dudo, hoy creo
y veo cosas simples en las cosas de allá:
los pájaros perdidos van ceñidos a su propio volar
bajo el sol (este sol irrompible)
que abre caminos para poder ver mejor. Mucho mejor!
Final