Romance de los dos ríos
Francisco Alejandro Lopez

Labrador era mi padre, y yo he sido labrador;
Pero mi madre tenía de cristal el corazón.
Pero mi madre tenía de cristal el corazón.
Él trabajaba la tierra,
¡Conque cariño, Señor!
Ella miraba las nubes
Como hoy las miro yo.
Ella a mi oído rezaba:
¡mira que cielo el de Dios!
De estos dos ríos contrarios, de estos ríos vengo yo.
De los dos ríos que canto no sé cuál será mejor.
De los dos ríos que canto no sé cuál será mejor.
A ella el cielo le gustaba,
Y el cielo se la llevó.
El se quedó mudo y solo
Y así pobre envejeció.
¡Un día se fue en silencio,
tan pobre como llegó!
¡Estará mi padre arando
en las tierras del Señor!
¡Soñando estará mi madre
sentada a su bastidor!
¡Soñando estará mi madre
sentada a su bastidor!
Mi padre me hizo labriego, mi madre me hizo cantor.
Por él manejo el arado, por ella lloro de amor.
De los dos ríos que canto no sé cuál será mejor.