Bienhadado
Edward José

Tu, que me levantas de
todas mis caídas,
y que borras mi
tristeza con una sonrisa.
Yo, que me he ganado el
cielo sin tener que merecerlo.
Tu me lo brindaste.
Soy un bienhadado más
que quiere hacer brillar
todos tus esfuerzos.
Siempre estás dispuesta
para ayudarme, y para
el camino alumbrarme,
cuando estoy perdido.
Cuando más te
necesito, ahí estás,
sin importar el lugar,
ni la necesidad.
Vienes arrastrando una
inmensidad de auroras,
legado que esta alma
inmadura a veces no valora.
(Arpegiado)
Gracias por abrirme tu
corazón, que es una fuente
infinita de amor y perdón.