Hora de madre
Eduardo Meana

¡Habrá sido tan hondo el desamparo
en las horas de aquel Viernes...
habrá sido tan hondo el desamparo!
¿Qué podías donarnos, sino a Ella?
Si quedábamos tan solos...
¿Qué podías donarnos, sino a Ella?.
MORIBUNDOS DE DESAMORES
ESA HORA NOS DISTE A BEBER
DEL PROPIO MANANTIAL DE TU VIDA:
LA MADRE.
(ELLA ES LA) DULCE PERLA DE TUS AMORES
QUE QUISISTE EN LA CRUZ COMPARTIR.
ES EL CENTRO MÁS TIERNO DE TU ALMA:
LA MADRE.
Cuando el mundo nos da vuelta la cara,
oh María, en nuestra Hora,
cuando el mundo nos da vuelta la cara,
aquí estás, revelando tu hermosura,
-y ya no morimos, Madre:
Aquí estás, revelando tu hermosura.