A través del espejo
Eder Carlos

Alicia se mira a través
del espejo de su interior
y un conejo muy blanco y veloz
corre con prisa mirando un reloj.
Alicia se marchita
entre un clavel y una margarita
y el mundo pasa a su alrededor
mientras se trepa un gato al balcón.
Alicia se imagina
entre el sopor de una jeringa
unos seres que no pueden ser
y que toman con ella el café;
se pierde su mirada
entre el color de aquella ilusión
y al filo de su cama
un tren de ida sale de estación.
Alicia se pierde, se encuentra,
se olvida del mundo exterior.
Con polvo de hadas inhala,
respira, se siente mejor.
Alicia malgasta segundos
en el país de las maravillas
con pasos sin rumbo
y puertas sin salida.
Sus ojos perdidos observan
la habitación
y un conejo blanco que mira el reloj.
Alicia busca una estrella
en aquel mundo que gira al revés
y de un sorbo a la botella
pasa lo amargo con whisky escocés.
Alicia determina
ponerle un fin a la situación
y cerrando la cortina
pone en su sien un frío cañón.
Alicia se pierde, se encuentra,
se olvida del mundo exterior.
Con polvo de hadas inhala,
respira, se siente mejor.
Alicia malgasta segundos
en el país de las maravillas
con pasos sin rumbo
y puertas sin salida.
Sus ojos perdidos observan
la habitación
y un conejo blanco que mira el reloj.