Cositas In-solitas
Carmen París

¡Qué coinci-dencia encon-trarnos en Rusia,
en aquel metro re-pleto en Mos-cú,
si en Alpe-drete nos vimos dos veces!
¡Vamos, no me digas tú...!
¿Y qué de-cir de aquel manjar de hor-migas
que a un catalán le ofre-ciste en Vietman?
Decía el tipo que te cono-cía
y no sa-bía de qué, pero al fin
él recor-dó haber pro-bado esos bichos
en tu ca-sa de Ma-drid.
[CHORUS]
¡QUÉ CO- SITAS TAN INSO-LITAS
QUE SUCEDEN POR A-HÍ!
CUANDO SALES DE TU CA-SA,
EL UNI-VERSO CONS-PIRA POR TI
TANTA CASUALI-DAD
NO PUEDE SER CA-SUAL
TAN-TA CASUALI-DAD
NO PUEDE SER CA-SUAL
QUE EL MUNDO SEA UN PA-ÑUELO
A DONDE QUIERA QUE VAS
Y alguna vez cuando piensas en alguien
-¿Dónde estará?¿Qué habrá sido de él?-
y el mismo día te llama o lo encuentras,
¿cómo lo pudo saber?
Recuerdo bien aquel día en los Andes,
el gran evento de Sacsayhuamán:
había gente de todo el planeta
y, entre los miles, me fui a encontrar
a una muchacha que todos los años
va a mi pueblo a festejar.
[CHORUS]
[ADLIBS-PREGÓN]
Que el mundo sea un pañuelo
a donde quiera que vas.
Hay leyes que aunque tu ignores
no dejan de funcionar
Tanta casualidad...
Mo puede ser casual
que el mundo sea un pañuelo
a donde quiera que vas.
QUE EL MUNDO SEA UN PA-ÑUELO
A DONDE QUIERA QUE VAS