(milonga) INTRODUCCIÓN: Dm – Em – Gm – Dm – A7 Dm – A7 – Dm – A7 – Dm – A7 -Dm Dm A7 Más de uno me ha creído muerto Dm y así lo habrá festejao, A7 creyéndome sepultao Dm en medio de los desiertos. A7 Pudo ser: pero lo cierto, Dm es que andando por la vida, A7 en esas anochecidas Dm llenitas de oscuridad, Gm a naide le ha de faltar A7 Dm una estrellita prendida. INTERMEDIO: Dm – E7 – Gm – Dm – A7 – Dm – A7 Dm – A7 – Dm – A7 – Dm Pobre de aquel que cegado por la dicha del presente se acuerde tan malamente de los que ayer han luchado. Errar, muchos han errado porque es ley no superada: la vida no nos da nada, presta a interés usurario, y el que piense lo contrario verá su dicha embargada. INTERMEDIO: Dm – E7 – Gm – Dm – A7 – Dm – A7 Dm – A7 – Dm – A7 – Dm A Cristo lo condenaron sin escucharlo siquiera, y una corona espinera sobre su frente fijaron. Al madero lo clavaron y lo lancearon también, burlándose del Edén de virtudes prometidas, por aquel que dio su vida para iluminar el bien. Empujao por el destino también yo abrazo un madero, crucificado trovero voy yendo por los caminos. Mis cantos de peregrino no son salmos ni sermones, sino sencillas canciones de la tierra en que nací… ¡Lucecitas que prendí Pa´ alumbrar los corazones!