Tregua
Alfredo Sotomayor

Que el piano se cansó ya de sonar,
hoy le faltan 7 cuerdas y otras manos
que quieran ir a tocar;
el cristal de la vitrina con el polvo
no refleja tu retrato en la pared,
al sillón le faltan ganas
y tu sombra de la cama
me ha tirado otra vez.
Porque el sol ya no despierta tan temprano,
mientras la lluvia se acerca
mientras más te has alejado,
el teléfono no habla con tu voz
y la puerta se ha cansado de esperarte
tras 10 noches;
y tu sombra en la pijama,
hizo huelga esta mañana
y me niega a desnudarte.
Y de cuando a acá es que el sol
te pidió una cerilla
que encendiera sus mañanas
y me invente un buenos días;
y de cuando a acá la luna
te pidió que la colgaras
bajo el negro de su noche en su cenit,
y de mucho a acá es que estamos
acordandonos...
El espejo no se olvida
de inventarte al vestirte,
ni el baño de mansturbarse
porque aún no le he contado que te fuiste;
han llegado hasta la estancia los rumores
con la mesa reclamando tu cabello
y tu espalda,
y tu sombra en la cocina
me ha lanzado la vajilla
preguntando y culpandome
D/F
de porque te marchaste.
Y de cuando a acá es que el viento
pidió a alguien que soplara
o le diese un empujón
hasta estrellarme en tu cara;
y de cuando a acá la lluvia
pidió que abrieras las llaves
D/F
o le mojaras las ganas.
Y de mucho a acá es que estamos
acordandonos de ti.
Tu sombra y yo ayer
ya pactamos una tregua,
yo duermo en el lado izquierdo,
ella lava lo que queda en la lozeta;
yo me encargo de la estancia y la vitrina
ella jura cocinar si les confieso tu partida
ya le quito la pijama,
ella levantó la huelga
y hacemos el amor sobre la mesa
sólo fines de semana.