Petirrojo
Paradoxus Luporum

Si fuera un hombre valiente
desataría los hilos,
aquellos que se retuercen
alrededor del destino.
Buscaría entre las sombras,
entre lo desconocido,
entre las almas errantes,
las luces de mi camino.
Perseguiría el sonido
del canto del petirrojo,
al agua pura del río
que ríe entre los matojos,
al olor en el sendero
de las flores del hinojo
y a las estrellas del cielo
que han conquistado mis ojos.
Me siento solo, distante,
marchito, loco, amargado,
me siento triste, vacío,
iracundo y asustado,
puede ser que tenga miedo,
pero no soy un cobarde,
sólo necesito un beso
que venga de tarde en tarde.
Y en un suspiro espontáneo
hacerme un poco más grande,
ponerme las zapatillas
y caminar por las calles,
rompiendo con la rutina,
fijándome en los detalles,
tratando de ver la vida
más allá de mis pesares.
Si fuera un hombre valiente,
me marcharía contigo,
suspendería mi mente,
me alejaría del ruido,
y ante la guerra maldita
no tomaría partido,
cabría sólo en mi juicio
que no poseo enemigo.
Y ante tu estilo ofensivo
escondería mi oreja,
no necesito al gentío
que grita cuando se expresa,
me largaría dispuesto
de allá donde hay quien se estresa,
por imponer su opinión
cuando a nadie le interesa.
Me siento solo, distante,
marchito, loco, amargado,
me siento triste, vacío,
iracundo y asustado,
puede ser que tenga miedo,
pero no soy un cobarde,
sólo necesito un beso
que venga de tarde en tarde.
Y en un suspiro espontáneo
hacerme un poco más grande,
ponerme las zapatillas
y caminar por las calles,
rompiendo con la rutina,
fijándome en los detalles,
tratando de ver la vida
más allá de mis pesares.
Acordes por Ricardo Bolivar