(milonga) INTRODUCCIÓN: G - C x 4 CANTO: D G Le corro con mi manchao al alazán de Cirilo D G y no le pido ni un kilo como le dio al colorao. D G Nicasio, de abanderao y como juez, Don Zenón, a correr dende el portón hasta allí, hasta el esquinero... C A# D G ¡me juego todo el apero y empeño hasta mi facón! RECITADO: (G - C x 4) No respeto caballeros estado, ni pelo, ni marca y al de las estancia e La Zarca ¡le pueden bajar los cueros! No me asustan parejeros con tapa ni con trompeta, no es al primer sotreta que aquí en la esquina e Las Latas, ¡lhecho revolear las patas y también largar la jeta! Am CANTO: Le aceptan y desensilla dejando sobre el apero, botas, facón y sombrero y hace vincha su golilla. Va de la cancha a la orilla: en vez de un rebenque, dos, con la fe puesta en su Dios cual legítima esperanza pa los laos de la balanza a igualar sesenta y dos. RECITADO: Le tocó un rosillo moro, marca de Hilarión Contreras, que había ganao más carreras que el colorao sangre e toro. Lo montaba un mozo Floro, muy güén corredor campero punteador y ventajero pa largar a la bandera pues no habían quién le saliera, ¡siempre picaba primero! Am CANTO: El rival del mocetón que se sintió desafiar, cargó pal peso igualar medio kilo e munición. Lo rodiaban un montón que hacían juerza pa su lao... otros, palmenado al manchao, seguían pal andarivel como si vieran en él un triunfo ya descontao. RECITADO: Y pa qué seguir narrando lo que jué aquella carrera si cualquier hombre de ajuera ya lo estará carculando... Anduvieron mañeriando, errar y errar la partida, hasta que en una corrida, les bajó el abanderao y el rosillo y el manchao fueron una luz prendida. Am CANTO: Y se sintió: ¡Ya largaron! y la cosa jué pareja... Ni se sacaban la oreja y los rebenques bajaron. Y cuando al final pasaron entre público y rayeros y entre aplausos y sombreros que se agitaban de gozo, el juez gritó, sentencioso: ¡Puesta nomás, caballeros!