El Alce
McEnroe

Ahora que sé que hubo un día
en el que todo terminó
me pregunto dónde estaba
cuando él te tocó.
¿Pensaste en algún momento
en lo que sentiría yo?
¿Pensaste en algún momento
en decirle que no?
Empieza el ritmo
Y al despertarte tal vez hubo
un segundo de compasión
para este imbécil
que escribía canciones de amor
en las servilletas
de cafeterías desiertas.
Con lo que yo soñaba,
a otro se lo regalabas.
Arpegios
Dicen los indios que el alce
nunca aprendió a llorar,
por eso embiste a los árboles
para descargar
toda la furia y la rabia
que no le deja vivir,
toda la furia y la pena
que no me deja olvidar.
Empieza el ritmo
Y al despertarte tal vez hubo
un segundo de compasión
para este imbécil
que escribía canciones de amor
en las servilletas
de cafeterías desiertas.
En lo que yo creía
era todo una mentira,
que el amor no existe,
tú me lo destruiste.