Ahura ya viejo

Porque la vida ya no es lo que era chamigo
En aquellos años de 1920
Cuando eramos mozos usted y yo
Que bastaba con un buen pingo
y un lazo arrollao sobre las ancas
pa la "susistencia" como dicen
y que por un cuero de nutria que cambiábamos
no faltaban nunca los vicios, y el amor,
el amor de una muchacha nos pialaba campo abierto
y quedabamos bajo las estrellas sin pensar
que uno se hace viejo, anga,
por eso es que lo invito amigo a brindar
por aquellos tiempos que se fueron
y asi recordar que un día fuimos muchachos y libres
en esta tierra


MI
En el paraje las dos horquetas me vio nacer
            FA#m
el cielo e paja tiznao de negro del rancho aquel
       SI7
donde colgao en cuna de ceibos,
           LA
dormí al calor que me dio el brasero
             MI
y me hice gurí
           FA#m  SI7  MI
montando en pelo

Era una tarde ensille mi moro y les dije adios
y desde el monte vi el hogar que me cobijo
picando espuelas cortando huella
me hundí en la vida sin darme cuenta
y me hice varón
quemando penas

-Estribillo-
          SI7
Con una nutria entre las caronas
           LA                              MI
oyendo el canto de mis lloronas pasó la vida
          SI7
y de esos años quedó el rescoldo
          LA
de los recuerdos que son tesoros
           MI              SI7               MI
y ahura ya viejo no tengo miedo a la despedida


En una isleta de la iberá conoci el amor
de una guainita de ojitos pardos que me pialó
me puso el cepo la muy baguala
y me duró igual que un cigarro en chala
y así me fui
alcé las alas

Anduve campos ríos y esteros el tiempo aquel
el moro viejo aflojó las tabas y yo con el
por darle campo paré un ranchito
allá en la costa del nogalito
y envejecí
allí solito

-Estribillo-
          SI7
Con una nutria entre las caronas
           LA                              MI
oyendo el canto de mis lloronas pasó la vida
          SI7
y de esos años quedó el rescoldo
          LA
de los recuerdos que son tesoros
           MI              SI7               MI
y ahura ya viejo no tengo miedo a la despedida